sábado, 23 de noviembre de 2013

TRES TEXTOS LITERARIOS

EL CUENTO
                                       EL RATÓN ENREDADO

En un bosque muy frondoso, donde había toda clase de árboles, alerces, mañíos, robles, pataguas, boldos, coihues. Habitaba una familia de ratones, vivían en un hueco del árbol más grande y viejo del bosque era  un árbol de laurel. Este árbol además estaba adornado  con diferentes objetos y lanas de colores que colgaban en sus ramas.
Un día el ratón más pequeño de la familia René, se columpiaba en una de las ramas  cuando escuchó ruidos extraños que se acercaban  hacia el árbol, René muy asustado quiso volver al hueco del árbol, pero quedó atrapado en las lanas que colgaban de las ramas, su madre, le había prohibido columpiarse  allí porque decía que cuando se acercaba el ruido, era el fin para los ratones.
René chillaba una y otra vez para que lo escucharan, pero nadie acudió a ayudarle, el ruido ya estaba tan cerca que prefirió quedarse quietecito para que no lo notaran, cerró los ojos, y se aferró firmemente en la rama, ya no tenía escapatoria pensó.
De repente aparecieron ante los ojos de René unos seres que nunca había visto parecían gigantes, llevaban más lanas y hablaban en una lengua extraña, René estaba muy asustado, uno de esos seres lo vió y gritó muy fuerte, los demás se acercaron también al percibir el alarmante grito, René se desmayó, y cuando despertó pensó que había muerto, pero no, estaba en su árbol y a su lado estaba su madre. Los seres no le habían matado, no era verdad que eran crueles y no querían  a los ratones, por lo que decidió que algún día viajaría a donde vivían aquellos seres.
Su madre lo miró con cariño y le dijo que cuando sea grande tal vez podría hacerlo y lo abrazó.


MICROCUENTO
Los caballos de la Villa
Cuando Laura llega del colegio, en su villa encuentra caballos que salen a recibirla, monta el blanco como siempre, y se baja en la puerta de su casa.
-Gracias caballo-
_Adiós Laura, hasta mañana.


Acróstico
N o existe
Algo
Tan hermoso y
Único, como ver las flores silvestres
Radiantes y esplendorosas las
Amapolas, adornan
Los caminos del campo
Enredaderas le tejen una alfombra mientras 
Zorzales  vigilan como guardias
A los bichitos que salen a la luz

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